sábado, 7 de abril de 2018

Lectura de "La historia de un conejo feroz"




A modo de introducción, el cuento elegido, es un cuento muy clásico, por lo que me he asegurado así que el contenido fuese una versión original que, aunque ha sido traducido a muchos idiomas, dichas traducciones se han hecho con mucho detalle y siendo fieles al contenido del cuento.

La historia que en el se encuentra es muy simple, pues consiste en lo que le ocurre a un conejito que es muy feroz y malo.

He elegido la lectura de este cuento porque, siendo sincera, son los únicos cuentos de los que dispongo para niños pequeños en casa. La técnica, por otra parte, ha sido elegida teniendo en cuenta la estructura y contenido del cuento. Pero antes de todo esto, como era de esperar, me he leído con detalle la documentación aportada por la profesora para este bloque.

La edad ideal para leer esta historia son los 3 o 4 años como consecuencia de la sencillez y corta extensión de la historia, además de contar con animales con los que los niños se pueden sentir identificados por por su forma de comportarse.

Para ensañar la técnica de la lectura y las preguntas a realizar me leí primeramente la historia y después se la leí a mi madre para que me diera su opinión. Como la gusto la entonación y modulación de la voz, decidí hacerlo así y realizar alguna pregunta durante la lectura del libro.

Una vez en clase, y colocados en grupos de 3 he leído mi historia y la primera vez los comentarios recibidos me han hecho plantearme si quería utilizar la técnica de lectura o la de narración de una historia, ya que he recibido críticas en cuanto a las demasiadas intervenciones realizadas para ser una lectura, sin contar que me he inventado la forma de terminar el cuento, cuando en la técnica de la lectura se debe ser fiel al libro. También, la primera vez me he movido mucho, ya que estaba nerviosa, provocando que alguna de mis compañeras no se centrara en lo que realmente importaba, la historia.

Las críticas positivas han sido que la edad era la adecuada, así como la historia y las imágenes del cuento.

Tras recibir este feedback, nos hemos cambiado de compañeros y, teniendo en cuenta las aportaciones de mis compañeros, he vuelto a leer el cuento. Esta vez, lo he hecho mucho mejor, pues he sido fiel a la estructura del cuento y solamente he realizado una intervención para generar suspense y hacerlas pensar acerca de qué iba a ocurrir a continuación. Además, me han dicho que la entonación y gestos eran los adecuados para generar interés y suspense.

Las críticas negativas esta vez han sido que debía explicar una de las imágenes del libro, ya que al elegir a niños tan pequeños no la iban a entender. Aunque desde mi punto de vista, si no la entienden, no pasa nada, pues lo único que consigues es generar más suspense y expectación. También me han sugerido dejar más claro que he llegado al final ya que se pensaban que el libro iba a continuar. Esto me pasó a mi la primera vez que lo leí, y es que el libro consta de un entramado tan sencillo, que tienes la sensación de que no has terminado de leerlo, y puede que sea esta sensación la que las he transmitido sin querer.

Una crítica en la que ambos grupos han coincidido es que debía leer y mostrar la imagen a la vez, porque el movimiento continuo de leer y luego mostrarles la imagen es bastante repetitivo y distrae bastante. Estoy de acuerdo con esta crítica, lo ideal hubiese sido quizá leer el libro apoyándolo encima de la mesa para que lo vieran todas (aunque en la primera lectura no tenía mesa) o, en su defecto, intentar mostrar la imagen mientras leía, pero esto último me resulta complicadísimo. Sin contar que, hagas lo que hagas siempre hay algún niño que acaba diciendo "no veo" o te repiten una y otra vez: "a ver, a ver, a ver", teniendo que coger el libro y ponérselo casi delante de la nariz.

Desde mi punto de vista es un elemento difícil de solucionar a raíz de que cada uno de los niños reclamará la atención total del lector.

He de decir, a parte de lo aprendido por las aportaciones de mis compañeros, estando allí me he dado cuenta de que no había ensayado ninguna forma de comenzar y terminar la lectura, por lo que he improvisado sobre la marcha. La primera intervención, desde mi punto de vista ha sido aún más desastre debido a esto, pero en la segunda, gracias a las intervenciones de la profesora, he conseguido mejorar por lo menos la introducción y la técnica elegida, por lo que he quedado bastante satisfecha con el progreso conseguido de una intervención a la otra.